Recientemente (2020), en una conferencia de prensa presidencial, el periodismo aludió a la angustia de los que estaban en cuarentena. Se utilizó este término para argumentar un límite a las medidas del gobierno.
También un ex-presidente ha hablado de "la angustia de nuestros procederes" en referencia a la independencia de Argentina respecto de España.
¿cómo es que la angustia se convirtió en un elemento del discurso político?
Bueno, en cierto modo, no podría ser de otra manera. Ya que utilizar el discurso es un acto político en sí mismo, más allá del tema que se trate. Si bien todo uso del discurso es político no lo vemos así cuando el discurso se ajusta a un contexto en el cual lo vemos emerger con naturalidad.
Cuando los profesionales de la salud hablamos de la angustia no parece que hacemos un uso político de la misma. Y, sin embargo, lo hacemos.
Quería empezar a hablar de la angustia así y no "técnicamente" para poner de relieve la dimensión ética de la angustia.
Si les comentase la descripción clínica de la angustia probablemente muchos ya la hayan experimentado y no sentirían que les estoy diciendo algo novedoso. Justamente porque les parecería "acorde" o "natural" que un psicólogo hable así de la angustia.
Pero además, en tanto descripción de una experiencia afectiva, no hay polémica académica al respecto. No agregaría nada nuevo.
Entonces, podemos distinguir la experiencia de la angustia de lo que se dice sobre la misma. Demos, entonces, otro paso. A ese "lo que se dice de..." lo podemos recortar y pegar para hacer una suerte de collage.
lo que los presidentes dicen de la angustia
lo que los periodistas dicen de la angustia
lo que los científicos....etc.
Al realizar esta operación destacamos el uso político del discurso y del concepto. Dado que lo que se dice tiene un contexto y una audiencia específica según una intención determinada.
¿qué es lo que los científicos dicen de la angustia?
Nada muy diferente de lo que podría decir cualquiera. Es, con mayor o menor lenguaje técnico, la descripción de la experiencia insertada en una tradición que consolida instintos, genes y conductas. Lo cual es muy pobre conceptualmente hablando pero muy intencionado políticamente hablando.
La estrategia de este discurso es la de compartir un sentido con los que la sufren y luego ofrecer alguna medicación para apaciguar la sensación.
ADVERTENCIA: Desterrar la angustia a la caverna biológica no es una operación sin consecuencias.
Si traje la anécdota del ex-presidente y de los periodistas es para que justamente se revele esta dimensión ética en la cual me explayaré.
¿Si tanto ruido hace la angustia para llegar a boca de presidentes es porque algo debe llevar escondida, no?
La angustia nos revela una certeza. Revela un límite. Definitivamente algo dejó de estar bien. La angustia golpea a la puerta invitándonos a asumir una respuesta frente a algo que ya no puede seguir así.
En inglés hay una palabra interesante que es "deadline", una especie de fecha límite o de caducidad que tiene relación con la muerte.
La angustia es una señal de esta "deadline", un límite está muy próximo.
Este término es muy esclarecedor respecto de la angustia: Surgió en el ámbito carcelario donde se dibujaba una línea en el piso y más allá de ella los prisioneros podían ser disparados. Es un límite que de atravesarlo se pone en juego la vida.
Podemos empezar a vislumbrar una relación entre la libertad y la angustia.
¿por que hay también en esta definición un uso politico? por que despliega la referencia a una Ética. Ya que una decisión frente a ese límite es solicitada. Se cruzara o no se cruzara esa línea. La libertad está en juego.
El ex-presidente de Argentina Mauricio Macri, no se equivocaba al hablar de la angustia de los próceres aunque sí se equivocó en el orden de los términos:
No se angustiaron por la independencia se angustiaron PARA la independencia.
No hay cambio, no hay caducidad e innovación de un orden dado sin angustia.
La angustia es una bisagra que permite el pasaje de un estado caduco a otro estado diferente. Muy diferente es creer que la angustia está allí para indicarnos miedo y que no debemos atravesar ese límite.
La angustia es una señal que indica la necesidad de cambio, es un indicio de un más allá de mi condición actual pero no es el acto renovador en sí mismo. Luego está lo que hacemos con esta señal. ¿Lo escuchamos o no? Existe otra otra posibilidad: una suerte de detención en la previa, entre la llamada del tren y abordar el tren. Allí se da la instancia por la cual los pacientes solicitan ayuda terapéutica para poder dar ese paso que la angustia señala como necesario.
Me gustaría dejarlos con la idea de que la Angustia es el primer signo de un cambio a la espera de una decisión y un acto reformador. No considerar esa señal conlleva consecuencia perjudiciales.
Espero haberles hecho notar las diferencias políticas que supone "lo que se dice" y "lo que se hace con la angustia". Estableciendo la relación entre la angustia y la libertad.
Bueno, como siempre, espero haber podido transmitirles algo interesante que los deje pensando.
Lic Spangenberg German