Si has recibido algún tipo de diagnóstico o estás por realizar una evaluación por un psicólogo clínico o psiquiatra este artículo podría interesarte.
Un poco de contexto no viene mal...
Quizás hayas escuchado hablar del “DSM” y del “CUI” y no conozcas qué son y para que se usan. Las siglas significan “manual de diagnóstico estadístico” y “clasificación estadística internacional”, respectivamente.
Solamente de los nombres ya se puede decir mucho a nivel político, el CUI refleja que es “internacional” por lo tanto es más sincero que el DSM que al nombrarse “manual” no sabemos si es el único y donde se realizó.
Es una sutileza pero refleja la ideología con la que están hechos: al nombrarse “manual” así a secas da la sensación de que es un objeto natural, y sabemos que no lo es; como no lo son los objetos de los que habla ya que si utiliza “estadísticas” quiere decir que el objeto que estudia es el producto de la manipulación estadística. En este sentido si hay una sinceridad por la educación del término. Sin embargo, también nos descubre para ambos la ideología con que están construidos: en primer lugar, al ser internacional destierra los aspectos culturales dando la idea de un “hombre único” o plausible de comprenderse con una única herramienta. En segundo lugar, la estadística es una herramienta que intenta desculturizar las formaciones profesionales dando una idea de objetividad.
Por último quiero invitarte a buscar las declaraciones de Allen Frances quien fuera director del DSM por muchos años y terminó revelando la manipulación a gran escala (universidad-centros de salud-farmacéuticas) para la que fue pensado. Antes de seguir adelante debo aclarar que esto no pretender influir te a ser un radical anti psiquiatría y anti medicación. Simplemente busco matizar, relativizar y pensar algunas cosas que podrían ayudarte.
Estos manuales van más allá del campo propiamente psiquiátrico, también las psicoterapias lo utilizan. Durante la primera parte del siglo XX el psicoanálisis desterró a la psiquiatría clásica, la superó en conocimiento, profundidad, comprensión y efectividad para tratamiento. Estamos hablando de la época en que los tratamientos psiquiátricos se basaban en el encierro, baños, electroshock, etc. Posteriormente la psiquiatría se reinventó de la mano del auge químico y produjeron una clasificación estadística y no clínica para acceder a un público globalizado. En este momento estamos. En este contextos surgió una alianza estratégica entre las “psicoterapias” y la “psiquiatría”. ¿Cómo podrían juntarse dos discursos tan opuestos? uno pone todo en el cerebro y la química. El otro en los comportamientos, experiencias y capacidades cognitivas.
En Business es conocida la expresión “win-win”; eso es exacto lo que hicieron: cuando un paciente no le funciona la medicación pasa a otro mercado y cuando la psicoterapia no alcanza pasa al otro. En este ping pong termina ocurriendo que los pacientes están en ambos lados; se medican para realizar un efecto químico en su sistema nervioso y van a terapia para aprender. Es una ambigüedad soportable y hasta eficaz en casos leves y totalmente arrasadora en casos moderados o severos.
¿como desatar el nudo?
Hablaré de campo “psi” para dar la idea de un campo de problemas/soluciones compartido entre psiquiatria, psicoterapias y psicoanálisis. De tal suerte que podrás entender porque una nominación significa y funciona de forma diferente en cada una de estas disciplinas.
Para desandar este nudo necesitamos hacer unas mínimas aclaraciones que por más mínimas que sean, verán que son fundamentales para iniciarse en la forma de pensar de un profesional “psi”.
Hoy les voy a presentar 3 niveles en los que las categorías y las prácticas “psi” colapsan, se confunden y entran en tensiones irreductibles. Las nombrare rápidamente y luego voy a desarrollar algunas de ellas:
el nivel de la manifestación sintomática
el nivel de la posición subjetiva
el nivel de la estructura psíquica
Manifestaciones sintomáticas:
Cualquiera de nosotros ha escuchado refranes del tipo “no todo lo que brilla es oro” donde el saber popular nos indica que hay una diferencia entre lo que “se muestra” y lo que se “es”.
Incluso en la genética (que no estudia comportamientos) existe esta diferenciación -está el fenotipo y el genotipo- lo cual nos lleva a aceptar radical y absolutamente transparente que la forma en que se manifiesta algo no quiere decir que “eso sea eso”. Fíjense pues como dicho así suena confuso pero sin embargo las ideas son claras. “Eso” tal como se muestra no es lo mismo que “eso” tal como se entiende.
Esta confusión empieza porque le damos estatuto de existencia a lo que percibimos. Tomamos la percepción de algo como el entendimiento de algo. Pensemos como pensamos cuando le decimos a un niño que observa el cielo “esas son las estrellas”. Veremos que esta es una referencia meramente discursiva; en realidad es luz que ya no está donde la vemos y que es el resultado de la combustión de gases ¿donde quedó la estrella? No pretendo dar aquí ninguna noción científica acabada y profunda. Solo pretendo despertar curiosidad.
Vayamos ahora a los problemas humanos. Si este nivel quedó claro ahora podemos analizar un ejemplo: si hay alguien que bebe, mucho y muy frecuentemente, alcohol y además tiene problemas con ello diremos que es un “alcohólico” y hay quienes llaman a ese problema “alcoholismo”. ¿Ahora bien, no estamos frente al mismo problema de la estrella? definimos el asunto por cómo se manifiesta. Esto es un error de pensamiento aunque una ventaja comunicativa.
Por ello, en el nivel de las manifestaciones TODAS las “psi” están de acuerdo. Todas las diferentes disciplinas “perciben” lo mismo y no tienen problema en llamarlo del mismo modo:
un alcohólico sufre de alcoholismo
un drogadicto de adicción a la drogas
una anoréxica o anorexico sufren de anorexia (buscar la definición literal de la palabra)
un celoso de celos.
alguien que no concibe el sueño, insomnio.
Puede seguirse de modo lúdico el ejemplo y siempre llegará a este modo silogístico de pensar. Es un círculo, una esfera, algo que como estructura mental cierra.
Ahora pasemos al nivel de la posición subjetiva:
En este nivel es donde el psicoanálisis se distingue de las psicoterapias. No es que las otras “psi” no contemplen la posición subjetiva, por el contrario muchas veces chocan con ella porque no la consideran central.
Para empezar a definir este nivel lo haré con un chiste:
“¿cuántos psicólogos se necesitan para cambiar una bombilla eléctrica?”
“uno”. Pero la bombilla debe de querer cambiar.
Este chiste apunta -como todos los chistes- a una verdad radical. Más allá del problema que tengas (nivel de la manifestación sintomática) lo que tiene realmente peso es la posición subjetiva. En este punto debo decirles que haré otro posteo al respecto porque es un tema largo para abarcar todo hoy.
Cuando ese “querer cambiar” no se produce en las psicoterapias se habla de “paciente no adherente o reticente al tratamiento”. Sin embargo esto es un error de abordaje, es tan importante conocer y trabajar la manifestación del síntoma como la posición subjetiva.
Todos hemos percibido alguna vez en familiares, amigos u otras relaciones cuando chocamos con esa “fijeza” con cierta “negación” fácilmente reconocible en el otro. Esa es la posición subjetiva y a ella le da un lugar eminente el psicoanálisis, hay varias razones para ello.
Les daré un mínimo ejemplo: se dice que el alcohólico es alcohólico para siempre. ¿Entonces de qué se cura? ¿pueden verlo? Estos discursos no son psicoanalíticos pero piensan de igual forma no por estar afiliados o simpatizar con el psicoanálisis sino porque la realidad los fuerza a ello. El alcohólico que no toma más, solo ha cambiado su posición subjetiva.
Este nivel encuentra su límite y sus posibilidades en otro nivel, el último mencionado que es el de la estructura psíquica.
Por paradójico que suene, este nivel es una herencia de la psiquiatría clásica hacia el psicoanálisis y esta herencia es olvidada y relegada por la misma psiquiatría. Recordemos que la transformación de la psiquiatría actual no contempla posición subjetiva ya que nada depende de un “querer cambiar” ya que las causas de todo son químicas y cerebrales. Por ello mismo la psiquiatría ha cortado todos los vínculos con los problemas humanos en tanto humanos. Solo aborda problemas químicos que resuelve con químicos y si no los resuelve mala suerte. Habrá que esperar nuevos desarrollos.
El trayecto de esta ciencia es muy interesante de un comienzo comprensivo de lo humano pasó por una imposibilidad terapéutica (de curación) y luego el psicoanálisis lo superó. Pudo hacer allí donde la psiquiatría no podía. Y, luego, de una especie de rebote, recayó en un basamento biológico perdiendo con ello todo lo que sí había logrado. Como mencioné al comienzo, todos estos movimientos de la disciplina están acompañados por un cambio de época.
Este nivel de estructura resulta muy difícil para mi explicarlo de forma breve aqui. Solo diré que es un nivel que ajusta al anterior, le da un marco y una resignificación.
Por ejemplo, sin duda que el consumo de alcohol en exceso es algo negativo ahora bien ¿qué pasaría si ese consumo se da en una persona que sufre una melancolía severa y si no consumiera se suicidara? Bueno lo que les quiero hacer notar es que una manifestación sintomática tiene además una función. Y esta tiene una relevancia dentro de una estructura.
De las 3 “psi” que desandamos hoy aquí puede decirles que solo el psicoanálisis trabaja comprendiendo los 3 niveles. La psiquiatría muchas veces oscila entre 1 o 2 (manifestación sintomática y estructura -como resabio de formación profesional-). Las psicoterapias 2: principalmente los síntomas y muchas veces toman los mismos elementos que tomó el psicoanálisis heredados de la psiquiatría clásica. Pero como no contemplan la posición subjetiva el nivel de la estructura funciona como un consuelo. Por ejemplo: si a un paciente no le funciona el tratamiento apelan a la estructura para decir que es severo o de posibilidades limitadas.
Estos niveles te servirán para entender que tan abarcativa es la concepción que una disciplina tiene del padecimiento y su forma de tratarlo.
He pretendido dar a conocer puntos de fractura y continuidad entre diferentes disciplinas sosteniendo la tensión entre ellas.
Si crees que algo de esto te puede estar pasando y quieres otra opinión puedes contactarme por cualquiera de los medios disponibles en la página, te asesoro con gusto.